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Ciudades inteligentes

Octubre 2018
Material de marketing

Urbanización: la oportunidad inteligente

La urbanización está ejerciendo presión sobre las infraestructuras y el medio ambiente. Para prosperar las ciudades deben ser más inteligentes.

Puede que las ciudades ocupen tan solo el 2% de la superficie terrestre, pero albergan a más de la mitad de la población mundial y generan el 80% de la producción económica total1. Además, su predominio va en aumento: en 2045, 2.000 millones de personas más vivirán en zonas urbanas. Creemos que este crecimiento ejercerá una presión añadida sobre las infraestructuras, los recursos y el medio ambiente.

Afortunadamente, los responsables de la planificación y construcción de los centros urbanos del futuro están a la altura de las circunstancias. Las autoridades de todo el mundo colaboran cada vez más estrechamente con el sector privado para que nuestras ciudades sean más seguras, más sostenibles y estén mejor conectadas.

Boom urbano

Número de asentamientos urbanos en todo el mundo

Gráfico de ciudades del mundo
Fuente: Naciones Unidas; asentamientos urbanos definidos como asentamientos con una población de al menos 300.000 habitantes.
 

Es una buena noticia para el planeta.

Nosotros creemos que también es una buena noticia para los inversores. Pensamos así porque la aparición de ciudades inteligentes seguramente creará importantes oportunidades de negocio para una gran variedad de empresas que contribuyen al desarrollo urbano.

De hecho, mientras que la economía mundial tan solo crece un 3% al año, las empresas relacionadas con la urbanización tienen potencial para aumentar sus ingresos en más de un 15% anual2.

Asimismo, las políticas son cada vez más favorables al fomento de las ciudades inteligentes. Por ejemplo, el desarrollo de “ciudades inteligentes” es fundamental para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En el ODS 11, la ONU hace un llamamiento específico a que se aumenten las inversiones urbanas de aquí al 2030 con el fin de “lograr que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles”3.

Según Citigroup, para ello se requeriría una inversión anual de 2,1 billones de USD en infraestructuras, viviendas, educación, sanidad, ocio y edificios4.

En respuesta a estas tendencias, Pictet Asset Management ha desarrollado la estrategia SmartCity con el objetivo de invertir en aquellas empresas que, en nuestra opinión, saldrán beneficiadas de la urbanización.  

Las nuevas oportunidades de inversión que vislumbramos pueden dividirse en tres grandes áreas de actividad: construir la ciudad, administrar la ciudad y vivir en la ciudad.

Construir la ciudad

El aumento de la población hace necesarios más edificios: viviendas, oficinas, escuelas, centros de ocio, etc. El reto radica en diseñar, planificar, construir y financiar estos inmuebles de forma eficiente y sostenible. 

Solamente en China y en la India se requieren hasta 2.800 millones de metros cuadrados de nuevos espacios residenciales y comerciales cada año5. Aunque se han puesto en marcha iniciativas para erigir edificios más altos con el propósito de ahorrar espacio y reducir el crecimiento urbano incontrolado, los rascacielos convencionales suelen ser poco respetuosos con el medio ambiente en su construcción y funcionamiento –lo que, en última instancia, también los encarece. 

Lo que los ciudadanos esperan de los edificios también evolucionará a medida que cambien la tecnología y la demografía. Por ejemplo, el auge del “Internet de las cosas” –con la previsión de que la cifra mundial de dispositivos conectados alcanzará los 25.000 millones en 20206– impulsará la demanda de Internet de alta potencia. Del mismo modo, a medida que la población mundial envejezca y la densidad urbana aumente, se incrementará la demanda de ascensores y otros productos para facilitar la accesibilidad: está previsto que el mercado de ascensores crezca hasta los 125.000 millones de USD en 2021, frente a los 89.000 millones de USD registrados en 20157.

Administrar la ciudad

El 60% del crecimiento económico de las ciudades procede del aumento de la población y el 40% de la mejora de la productividad laboral8. Para funcionar de manera eficiente, las áreas urbanas necesitan mejorar las infraestructuras de transporte, agua, energía y gestión de residuos, así como las instalaciones logísticas y los servicios públicos, desde la asistencia sanitaria hasta la educación. Combatir la mala calidad del aire es también una prioridad para las metrópolis –especialmente en China–, mientras la eliminación y el tratamiento de los residuos se convierten en problemas cada vez más acuciantes a medida que se intensifica el crecimiento demográfico.

Por consiguiente, las empresas que contribuyan a administrar las ciudades de manera viable y sostenible deberían obtener rentabilidades positivas. 

De los 81.000 millones de USD que se gastarán este año en tecnología para ciudades inteligentes, prácticamente la cuarta parte se destinará a vigilancia visual fija, iluminación exterior inteligente y transporte público avanzado, según International Data Corporation9.   

Las ciudades que lleven las tecnologías inteligentes a su máxima expresión combinarán los beneficios para el planeta con los beneficios para la economía.

Con el tiempo, lo más probable es que esto se traduzca en trenes de alta velocidad y coches sin conductor. La consultora McKinsey prevé que hasta un 15% de los vehículos de pasajeros que se venderán a escala mundial en 2030 serán totalmente autónomos y que los ingresos del sector de la automoción podrían casi duplicarse hasta alcanzar los 6,7 billones de USD gracias a la movilidad compartida (uso compartido de automóviles, petición por vía electrónica de servicios de transporte) y a los servicios de conectividad de datos (incluidas las aplicaciones y actualizaciones de los programas informáticos de los automóviles)10.

La evolución de los gustos de los consumidores también exige nuevos tipos de infraestructura. Por ejemplo, los ciudadanos de hoy en día compran cada vez más por Internet y esperan unos plazos de entrega cada vez más rápidos. Para satisfacer sus exigencias, las zonas urbanas modernas necesitan contar con el apoyo de centros de distribución de pedidos de última hora, respaldados por almacenes situados fuera de las ciudades.

Las ciudades que lleven las tecnologías inteligentes a su máxima expresión combinarán los beneficios para el planeta con los beneficios para la economía. Un informe reciente de la Comisión Global sobre Economía y Clima reveló que la inversión en transporte público de bajas emisiones, la utilización de más energías renovables y el aumento de la eficiencia en los edificios comerciales y en la gestión de residuos de las ciudades podrían disminuir los costes energéticos en todo el mundo en unos 17 billones de USD para 2050, así como reducir el tiempo empleado en ir y volver del trabajo y mejorar la calidad de vida en general11.

Los Ángeles, por ejemplo, ya ha reducido su consumo energético un 63% mediante la instalación de 173.000 unidades de iluminación LED, lo que supone un ahorro de 10 millones de USD al año en facturas de electricidad y gastos de mantenimiento12.

Vivir en la ciudad

Por último, además de crear ciudades más eficientes, debemos encontrar nuevas y mejores formas de vivir y trabajar en ellas, sobre todo para flexibilizar la vida de sus habitantes mediante el uso de tecnologías innovadoras.

Casas inteligentes
Tamaño del mercado global de viviendas inteligentes, en miles de millones de USD
Gráfico del tamaño del mercado de viviendas inteligentes
Fuente: A.T. Kearney

Creemos que el sector de los alimentos precocinados sanos representa una importante oportunidad ligada a la vida urbana, ya que los residentes de las ciudades tienen menos predisposición o tiempo para cocinar. Solo en EE.UU. los hogares gastan 730.000 millones de USD en comida para llevar y en comer fuera de casa –el 43% de su presupuesto total para alimentación13.

Las oficinas polivalentes son otro sector en crecimiento. A nivel mundial, el número de personas que utilizan espacios de trabajo compartidos se ha triplicado en dos años hasta los 1,74 millones y las previsiones indican que alcanzarán la cifra de 5,1 millones en 202214.

La evolución demográfica también está determinando las demandas de los habitantes de las ciudades. Por ejemplo, crece el número de personas solteras que desean una mayor variedad de opciones de vivienda residencial (como apartamentos más pequeños y pisos compartidos). Debido a la tendencia de las viviendas urbanas a ser más pequeñas, está surgiendo un mercado para las instalaciones de almacenaje en autoservicio, el estacionamiento de bicicletas y diversas iniciativas de economía compartida. Por otra parte, con más padres trabajando, aumenta la necesidad de asistencia para el cuidado de niños.

Todo esto son buenas noticias para las empresas que prestan estos servicios.

Inteligentes y sostenibles

Muchas de estas innovaciones ya existen. McKinsey estima que la adopción de un concepto de ciudad inteligente puede mejorar entre un 10% y un 30% indicadores clave de la calidad de vida tales como la salud, la seguridad y la calidad medioambiental. Creemos que adoptarlo –y seguir innovando– es crucial para el futuro de nuestro cada vez más urbano mundo, donde la eficiencia y la sostenibilidad van de la mano.

Por lo tanto, es evidente que existe una oportunidad de inversión considerable con unas perspectivas de crecimiento excelentes. Los inversores pueden beneficiarse de ella contribuyendo a configurar las ciudades inteligentes del futuro.