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Consumo sostenible

Agua y economía circular

Noviembre 2021

La economía circular es una respuesta a la escasez de recursos y el cambio climático. Su objetivo es reducir el impacto del ser humano en el medio ambiente.

El agua juega un papel fundamental en la mayoría de los ecosistemas, ya que da origen a la vida y la sostiene. Es por esto que debemos conservarla. ¿Cómo conseguirlo?

El agua como eje central de la estrategia de economía circular española

El actual Gobierno de España ha puesto el agua en el centro de su Estrategia Española de Economía Circular. La razón es sencilla: es un bien esencial. Es uno de los cuatro ejes de actuación que deberán desarrollarse a lo largo de la década que concluye en 2030. El manejo adecuado de este recurso afecta a la vida de los seres vivos y a las actividades industriales humanas.

Una de las actuaciones en las que se ha puesto el foco es la optimización de su uso. El objetivo del plan propuesto por el Gobierno es mejorar la eficiencia de su utilización en un 10%. Para conseguir este resultado, se aplicará una serie de medidas que garanticen la circularidad de su consumo. De esta forma, se deben reducir el
derroche de agua, las filtraciones y otros problemas que llevan a verterla sin control, que desembocan en catástrofes como la sucedida recientemente en La Manga del Mar Menor, Murcia.

Un paso fundamental es la producción. Se busca aumentar la disponibilidad de este recurso, ya que existe una fuerte demanda proveniente de la industria, diversos sectores económicos y la propia población. La clave reside en una correcta gestión de la obtención del agua, la cual evite su despilfarro desde el primer momento. Teniendo en cuenta que, si se da una fuga en un embalse, no se recuperará el líquido que se pierda.

Por descontado, la sostenibilidad de la producción debe estar asegurada. Es importante medir el impacto medioambiental de las instalaciones de extracción. No obstante, es imprescindible no perder de vista que la población tenga un buen acceso al agua. No servirá de nada cuidar el medio ambiente si se olvida a las personas.
 
Reutilización y recuperación

Promover la reutilización del agua es otro aspecto importante que debes conocer. Este proceso debe llevarse a cabo entre diferentes sectores. Por ejemplo, cuando una planta industrial la utilice, tiene que contar con las instalaciones pertinentes para regenerarla. De esta forma, podrá reutilizarse a la hora de regar un campo o alimentar nuestra ducha. De igual modo, se volverá a llevar a cabo este proceso tanto en un entorno urbano como agrícola.

Este proceso pone en práctica la economía circular, en contraposición a la lineal. El recurso se extrae, pero se utiliza durante el mayor tiempo posible. Las depuradoras juegan un papel fundamental en este aspecto, ya que liberan al líquido de contaminantes y toxinas para que pueda volver a utilizarse cuantas veces sea necesario. La naturaleza lleva a cabo un proceso similar, por el que el agua no deja de regenerarse una y otra vez.

La innovación tecnológica debe aplicarse para dinamizar la recuperación del agua. El ecodiseño de las instalaciones contribuye a mantener el valor de los productos a lo largo del tiempo y minimizar el impacto en el medio ambiente. Además, se deben usar indicadores ambientales para mejorar la huella hídrica.

Otra forma de mejorar la reutilización es mediante la simbiosis industrial. Concepto que hace referencia a la asociación de empresas para volver a utilizar los subproductos que generan. Esto incluye, tal y como deja claro la Unión Europea, el agua, la energía, la logística y los materiales. Así, se consigue optimizar el uso de los recursos disponibles y disminuir la generación de desperdicios.

Los planes de los programas de simbiosis industrial estructurada contribuyen a crear colaboraciones innovadoras. Empresas de diferentes sectores pueden aprender a reutilizar los recursos de otras, lo que simplifica la circularidad de la economía. Por ejemplo, un desperdicio residual generado por una compañía puede ser utilizado por otra en sus procesos, siempre que sea factible y seguro.

Por descontado, es preciso realizar una fuerte inversión en investigación y desarrollo, la cual cimienta el descubrimiento de nuevas tecnologías.

La innovación es esencial, ya que aporta nuevos puntos de vista o procesos con los que aprovechar mejor el agua. Es importante orientarla hacia la regeneración y reutilización eficientes, dos ejes sin los cuales no se le podría dar una amplia variedad de usos a este líquido esencial.

En definitiva, la economía circular consigue aprovechar los escasos recursos disponibles. El agua es uno de los fundamentales, por lo que es indispensable buscar soluciones efectivas para reaprovecharla. Así, no solo se garantiza su disponibilidad para el consumo humano, sino que no se pierden ecosistemas enteros por su uso descontrolado. Por suerte, ya se están poniendo en marcha todos los esfuerzos necesarios para evitar que esto ocurra.
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