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Sostenibilidad medioambiental

Fukushima: de desastre nuclear a eje de las energías renovables

Abril 2020

Nueve años después de la catástrofe, el área aspira a alimentarse con energía eólica y solar. Pero el Gobierno todavía no ha abandonado la energía nuclear.

Han pasado nueve años desde el mayor desastre nuclear después de Chernóbil. En la actualidad, Fukushima está intentando reinventarse, transformándose en un eje para la energía renovable.

El desastre nuclear de Fukushima en 2011

La prefectura costera japonesa siempre será recordada por una fecha: el 11 de marzo de 2011. El tsunami provocado por un violento terremoto arrolló las instalaciones de la central de Fukushima Dai-ichi. Los sistemas de emergencia funcionaron, interrumpiendo la fisión. Pero los de enfriamiento, que habían resultado dañados, no consiguieron reducir suficientemente las temperaturas de los reactores, provocando la fuga de material radiactivo. 150.000 personas fueron evacuadas de manera forzosa.

Fukushima en la actualidad: el renacimiento gracias a las fuentes de energía renovable

No obstante, poco a poco, Fukushima está intentando olvidar aquella catástrofe. Y, a pesar de que no sea posible borrar el pasado, la ciudad se ha convertido en sede de un proyecto que aspira a abastecer toda la zona con energía 100% renovable de aquí a 2040. Actualmente, la cuota es del 40%. El proyecto requiere inversiones por valor de 300.000 millones de yenes (unos 2.750 millones de dólares). Prevé la construcción de 11 parques solares y 10 eólicos. Se instalarán sobre terrenos agrícolas abandonados y zonas montañosas de aquí a finales de marzo de 2024. Una vez completado, el proyecto generará hasta 600 MW de electricidad, equivalentes a aproximadamente dos tercios de la potencia de una central nuclear media. Este depósito de energía también abastecerá a Tokio, que antes dependía precisamente de la central dañada en 2011.

Energías renovables y no renovables: la combinación japonesa

No obstante, no está garantizado que aspirar a las renovables conduzca a un abandono total de la energía nuclear. Después del tsunami, Japón cerró todos sus 54 reactores, llevando a cabo estrictas inspecciones. A día de hoy, han vuelto a funcionar nueve de ellos. El Gobierno sigue decidido a mantener dentro de su combinación de fuentes energéticas una cuota producida por las centrales, en torno al 20% de aquí a 2030. Sin embargo, se trata de una decisión muy debatida, incluso dentro del ejecutivo, además de en opinión de las asociaciones ambientalistas, dado que el precedente de Fukushima recuerda el gran riesgo sísmico al que está expuesto el país. Japón es un gran importador de carbón y, en 2018, las fuentes de energía renovable representaron poco más del 17% de la combinación de fuentes energéticas del país, que aspira a superar el 22% de aquí a 2030.