ÚNASE A PICTET PARA TI

Reciba las últimas novedades de nuestro blog

Megatendencias

Los 4 escenarios post COVID-19 previstos por los expertos de Pictet AM y del CIFS

Marzo 2021

Del escenario en V al escenario en L, descubrimos qué nos deparará el futuro a corto y medio plazo. Todo dependerá de la eficacia de la vacuna y de los resultados del distanciamiento social.

Queremos compartir con nuestros lectores el primero de una serie de análisis llevados a cabo por nuestro centro de investigación asociado, el CIFS. Desde hace más de una década, colaboramos con el Copenhagen Institute for Futures Studies (CIFS) para comprender en mayor profundidad las megatendencias, las potentes fuerzas seculares que están cambiando el ambiente, la sociedad, la política, la tecnología y la economía. El CIFS es un grupo de reflexión y una empresa de consultoría líder a nivel mundial que emplea una amplia gama de métodos de investigación, desarrollados en los últimos 40 años, entre los que se incluyen el análisis de megatendencias, la planificación de escenarios, la gestión del riesgo, iniciativas de innovación y el desarrollo de estrategias. A través de nuestra colaboración, hemos ideado un marco de referencia que incorpora las 14 megatendencias identificadas por el CIFS y que incluye tendencias como el desarrollo demográfico, la economía de la red, el hincapié en la salud, la sostenibilidad y el desarrollo tecnológico.
Como socios del CIFS, hemos accedido a la investigación en áreas normalmente no abarcadas por la comunidad de analistas de inversiones, como los cambios en las actitudes y en las convicciones sociales, el impacto de todo esto en el ambiente y en el sector empresarial y la aceleración del desarrollo tecnológico. Estamos orgullosos de ser socios del CIFS y deseamos compartir con los lectores algunas de sus investigaciones, al considerar que pueden ayudar a comprender mejor cómo está cambiando nuestro mundo y, por consiguiente, a aumentar la concienciación, entre otros, en materia financiera.
A continuación ofrecemos un breve extracto de la investigación. Muchos ya se han hecho la gran pregunta: «Y ¿después? ¿Qué pasará cuando termine la pandemia?». Ahora mismo, nadie es capaz de ofrecer una respuesta segura, pero es posible trazar algunos escenarios de lo que nos espera. Pictet Asset Management y el Copenhagen Institute for Futures Studies (CIFS) han esbozado cuatro, todos ellos resultantes de las decisiones que podamos tomar hoy.

El escenario en V

Se describe como «Esfuerzos frenéticos – Recuperación rápida» y se basa en dos herramientas: el distanciamiento social, que efectivamente aplana la curva de contagios, y la vacuna, que se distribuye en la primera mitad de 2021. La coordinación a nivel internacional, la puesta en común de datos sensibles y mejores prácticas, la reconversión de las cadenas de producción y las medidas eficaces de transporte y distribución de la vacuna, la cual ofrece inmunidad a largo plazo, permiten a la humanidad hacer frente rápidamente a la emergencia. La gente ha entendido que la única forma de combatir este virus es comportarse de manera solidaria, mantenerse unidos, seguir las instrucciones de las autoridades y poner a disposición de los investigadores toda la información relativa a su salud, que se ha convertido en un dato de utilidad pública dejando de ser un tema privado. La economía sufre un duro golpe en 2020, pero los paquetes de estímulo implementados por los Gobiernos son capaces de sostener la recuperación, gracias además a inversiones en infraestructuras que crean nuevos puestos de trabajo.

El escenario en W

En este caso, el subtítulo es «Si eres demasiado permisivo, pierdes –Doble caída». La estrategia del distanciamiento social resulta poco eficaz para combatir la propagación del virus, pero la vacuna se distribuye para finales de 2021 a escala mundial. El desarrollo de la vacuna se complica más de lo esperado y produce la exasperación de la población que, tras algunas semanas, deja de seguir las indicaciones del Gobierno y no practica con atención el distanciamiento social.

 Desde el punto de vista económico, la recesión de la primera mitad de 2020 se supera con paquetes de estímulos muy fuertes, como la expansión cuantitativa (quantitative easing) y la compra de activos privados para crear una red de protección para bancos, fondos de inversión y grandes empresas. En EE. UU., el virus está fuera de control y provoca una gran crisis económica a mediados de 2021 que desembocará en un nivel de desempleo superior al 20 %. A causa de la paralización del turismo, los países del sur de Europa, como España e Italia, están al borde de la quiebra y el Banco Central Europeo tiene que intervenir para comprarles sus bonos del Estado y apaciguar los mercados.

El escenario en U

El subtítulo de este tercer escenario es «Una larga y dolorosa evolución – Declive prolongado». El distanciamiento social ha demostrado ser una estrategia eficaz, así como las restricciones a la movilidad entre países, pero la vacuna se desarrolla y distribuye a mediados de 2023. Esta espera crea desencuentros entre instituciones, empresas y Gobiernos y cesa la acción puntual de los países en vías de desarrollo para combatir otros tipos de enfermedades contra las que ya existían vacunas, como la poliomelitis o el sarampión, que vuelven a provocar víctimas. Hasta 2023, la economía sobrevive a duras penas, el crecimiento es plano y en EE. UU. muchos de los estados se declaran en quiebra. También los países europeos tienen problemas de insolvencia, la confianza de los consumidores cae y el consumo de las familias se estanca. Los sectores de los viajes y de la hostelería son los más afectados, así como los países cuya economía se basa en el turismo. El BCE compra muchos títulos de deuda pública y pone a dura prueba los mecanismos de solidaridad entre los países del Viejo Continente.

El escenario en L

La etiqueta del escenario más desolador es «Cuando nada funciona – Desintegración». Por desgracia, el distanciamiento social no funciona y la vacuna contra la COVID-19 no se desarrolla y distribuye hasta 2023. Un retraso debido, entre otras cosas, a la desintegración de la cooperación internacional, sin una dirección común y con un panorama bloqueado por la poca confianza mutua. Los ciudadanos ya no confían en las instituciones y se abandona por completo el rastreo de contactos, crece el «proteccionismo de los datos» de los distintos países e incluso la OMS pierde credibilidad. En el mundo científico ya no se comparten los conocimientos, los colosos tecnológicos adquieren cada vez más poder y los países luchan entre sí por asegurarse los pocos recursos sanitarios que quedan.

La globalización ya no existe y los que sufren son los países más débiles, pero también en EE. UU. y en la Unión Europea los niveles de desempleo rozan el 30 %. Las familias se lanzan a los cajeros y muchos Gobiernos tienen que imponer límites diarios para la retirada de efectivo, muchos mercados internos colapsan y la insolvencia de distintos suscriptores de hipotecas provoca otra crisis en EE. UU. Los alemanes y los países frugales no quieren ayudar a los países del sur de Europa, el euro sufre una fuerte devaluación y la Unión Europea peligra seriamente. China sufre a causa de la caída de las exportaciones y a India ya no le quedan más cartas que jugar que encomendarse a la inmunidad de grupo.