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Educación financiera

Diferentes indicadores económicos para entender con mayor profundidad la economía

Abril 2020

En los últimos años, varios economistas apuntan a que los indicadores clásicos no reflejan adecuadamente la realidad, sobre todo cuando se habla de bienestar de las comunidades o sociedades. En este artículo recogemos algunos de los indicadores propuestos que surgen como alternativa para entender con mayor profundidad la economía.

Los indicadores tradicionales como el IPC, el PIB o la renta per cápita basan su medición en aspectos puramente económicos, por lo que no tienen en cuenta, por ejemplo, aspectos sociales o medioambientales. Por este motivo, diferentes economistas, sociólogos, gobiernos y organizaciones internacionales han propuesto otros indicadores complementarios para entender más ampliamente la economía.

Algunos ejemplos son:

Índice de Coherencia de Políticas para el Desarrollo

El Índice de Coherencia de Políticas para el Desarrollo, conocido por sus siglas como ICDP, es una herramienta que sirve para medir, comparar y evaluar el compromiso de los países con un desarrollo humano, sostenible, equitativo y justo. Su ambición es ser una auténtica alternativa al PIB. Realiza la medición a través de un análisis tanto de las políticas que aportan actos positivos al desarrollo del país, como de las que contribuyen negativamente a ese país y a terceros. Este índice tiene en cuenta, por ejemplo, la legislación contra el acoso sexual, la biodiversidad marina, la opacidad financiera o el porcentaje de gasto militar.

Índice de Desarrollo Humano

Es el índice con más respaldo a día de hoy, ya que fue creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Su fin es diagnosticar qué nivel de desarrollo tienen los países en el mundo. Un índice que cuenta con tres variables para su medición: el PIB per cápita, el nivel de educación y la esperanza de vida al nacer.

Índice de Progreso Real

Este medidor, atribuido a economistas como John Cobb o James Tobin, se utiliza actualmente en los estados de Vermont, Hawaii o Maryland (Estados Unidos). A través de más de 26 indicadores, entre los que destacan polución, índice de criminalidad, cantidad de tiempo libre por persona o dependencia de la deuda externa, se establece una alternativa al PIB, que no refleja variables medioambientales o sociales.


El primer experimento con presupuestos del bienestar

Nueva Zelanda ha sido el primer país que ha abandonado el índice de crecimiento en función únicamente de la variable económica. Tal como apunta El País, en mayo de 2019, Jacinda Arden, primera ministra del país, presentó los presupuestos del bienestar. Unos presupuestos que están enfocados a intentar eliminar o reducir problemas que sufre la población tales como la salud mental, el apoyo a los indígenas, la lucha contra la pobreza infantil o la transición hacia una economía de bajas emisiones, entre otras muchas medidas.

Estos presupuestos conllevan también el llamado Marco de Condiciones de Vida, a través del cual se analizan diferentes niveles de bienestar como la salud, la vivienda, el consumo, el empleo, etc. “para asesorar a los Gobiernos” sobre cómo sus compromisos políticos “pueden afectar las condiciones de vida de toda la población”. Dispone de un total de 25.600 millones de dólares neozelandeses (unos 15.000 millones de euros), de los que la mitad irá destinado a las prioridades sociales.

En la actualidad, los nuevos medidores todavía no han ofrecido resultados. Pero, como se apunta en el artículo, el Gobierno mostrará la evolución cuando pase un año del presupuesto. Un presupuesto que ya ha destinado unos 271 millones de euros para arrancar un nuevo sistema de salud mental, reforzado con 40 millones para un sistema de detección de suicidios, y se han ampliado 1.000 plazas para alojar a indigentes.