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El riesgo: una variable fundamental de las inversiones

La evaluación del riesgo: factores a tener en cuenta

Junio 2018

Cada inversor tiene una propensión al riesgo específica. Cuando se decide invertir hay que escoger los instrumentos que mejor se adapten a nuestras preferencias.

Propensión al riesgo
El riesgo es una variable fundamental a la hora de hablar de inversiones, dado que el valor de un instrumento financiero puede oscilar más o menos a lo largo del tiempo. Cada inversor tiene una propensión al riesgo financiero específica. Por este motivo, cuando se decide invertir, hay que escoger los instrumentos que mejor se adapten a las preferencias del inversor y a sus necesidades financieras.

Probabilidad
En teoría, una inversión es más arriesgada cuanto más se alejen de la media los posibles resultados derivados de dicha inversión. Por tanto, el primer factor a tener en cuenta es la probabilidad de que suceda un determinado acontecimiento. Una interpretación objetiva de la probabilidad se basa en la frecuencia con la que tienden a producirse determinados acontecimientos. Pero, a falta de experiencias pasadas en las que basar una estimación de las probabilidades, no se puede disponer de una medida objetiva. En este caso entra en juego la percepción individual de que un acontecimiento pueda producirse, la cual se basa en el criterio individual o en la experiencia.

Valor esperado y variabilidad
El otro factor a considerar es el llamado valor esperado, es decir, la media del valor de la inversión asociado a los distintos resultados posibles. Por último, no hay que olvidar la variabilidad, es decir, la medida en que pueden variar los posibles resultados de un acontecimiento: un factor determinante para valorar si un título es más o menos arriesgado que otro.

Títulos de capital y títulos de deuda
Ahora vamos a los detalles. Para empezar, hay que distinguir entre títulos de capital y títulos de deuda. Si se compra un título de capital, la remuneración correspondiente de quien lo posee está vinculada al desempeño económico de la sociedad emisora. Si, por el contrario, se compra un título de deuda, se correrá el riesgo de no obtener una remuneración únicamente en caso de insolvencia de la sociedad emisora. Además, en caso de quiebra, quien posea títulos de deuda podrá participar con otros acreedores en el reparto de los beneficios.

Sociedades emisoras
En el caso de inversiones en instrumentos financieros, también es importante considerar la solidez patrimonial de las sociedades emisoras y las perspectivas económicas, teniendo en cuenta también los sectores en los que operan. En cualquier caso, es posible eliminar el riesgo específico de un instrumento financiero particular mediante la diversificación, es decir, repartiendo la inversión entre varios instrumentos financieros. Cabe recordar que, en cualquier caso, también existe un riesgo de mercado, es decir, el riesgo de sufrir pérdidas a causa de las variaciones de los precios o de la evolución general del mercado.

Liquidez y divisas
También hay que tener en consideración la liquidez de un instrumento financiero, que consiste en su aptitud para transformarse en moneda sin perder valor. Y también la divisa en la que está denominado un instrumento financiero. Por tanto, hay que tener presente la volatilidad de la relación de cambio entre la moneda de referencia y la moneda en la que está denominada la inversión.

Asimismo el inversor debe valorar la posibilidad de recuperar su dinero y los valores depositados, que podría estar condicionada por disposiciones particulares. Y, a este respecto, la geografía también cuenta: las operaciones realizadas en mercados con sede en el extranjero podrían exponer al inversor a riesgos adicionales. Dichos mercados podrían estar regulados de manera que ofreciesen escasas garantías y protecciones a los inversores: por tanto, siempre es mejor estudiar la legislación específica del país en el que se vaya a invertir. A un inversor atento no se le puede escapar nada.