ÚNASE A PICTET PARA TI

Reciba las últimas novedades de nuestro blog

Inversiones

Qué es una cartera de inversión: 5 puntos para comprenderla

Septiembre 2020

Tempo di lettura: 3,5

Por qué crear una, qué puede contener y qué tipos de gestión existen.

Una cartera de inversión es el conjunto de activos financieros que pertenecen a una persona o por una institución, ya sea una sociedad o un fondo. En este artículo se describen cinco puntos para comprender mejor de qué hablamos.

Qué puede contener

Una cartera puede contener acciones, obligaciones, materias primas, liquidez, fondos y pólizas poseídas por un inversor. También puede estar formada por títulos no negociables, como obras de arte o inversiones privadas. Dependiendo de sus dimensiones, cada parte se modula sobre la base de los objetivos financieros del inversor.

Asignación de activos y riesgo

La cartera refleja la propensión al riesgo del inversor, así como el horizonte temporal y los objetivos de su inversión. La asignación de los activos —es decir, la ponderación y el valor monetario de los instrumentos financieros contenidos en la cartera— influye en la relación entre la rentabilidad y el riesgo. Diversificar correctamente la inversión permitirá que la cartera esté expuesta a menos riesgos que si se invierte en una única clase de activos o en un único título.

Por qué crear una cartera de inversión

La creación de una cartera de inversión obedece a la necesidad del inversor de diversificar sus inversiones, con el fin de reducir sus riesgos de pérdida. El inversor también debe considerar la perspectiva temporal de su inversión, es decir, el tiempo durante el cual el inversor renuncia a utilizar de forma inmediata su capital, para invertirlo y obtener de él un rendimiento futuro.

Quién gestiona la cartera de inversión

La cartera pertenece al inversor  pero puede ser gestionada por un profesional financiero, por un banco, por un fondo o por otras instituciones financieras.

 

 

Cómo se gestiona

 

La gestión de la cartera puede ser activa o pasiva. Gestión activa significa cambiar frecuentemente la asignación de los activos para obtener un rendimiento superior al del índice de referencia. En cambio, por gestión pasiva se entiende la réplica de un índice de referencia, también conocido como benchmark: de esta forma, el resultado de la inversión replicará el resultado del índice.