Panorama del mercado mundial
No perder de vista la inflación
Desde EE.UU. en el oeste, hasta Japón y China en el Lejano Oriente, prevemos en 2017 un aumento de la presión sobre los precios en la práctica totalidad de las principales economías, y a nivel mundial, la inflación alcanzará máximos de los últimos cuatro años. En EE.UU., es de prever que la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales alimente esta tendencia inflacionista, pues la promesa de un importante incremento del gasto en infraestructuras y de recortes fiscales introducirá miles de millones de dólares en la economía y dará lugar al alza de los precios de las materias primas.
Entretanto, en el Reino Unido, los precios se incrementarán debido a la depreciación del 12% (tipo de cambio ponderado por el comercio exterior), que la libra esterlina ha sufrido desde el referéndum del mes de junio, en el que los votantes optaron por la salida del país de la Unión Europea.
El cambio en el clima inversor se caracterizará también por el incremento de los riesgos geopolíticos y por la temida disminución de la abundante liquidez, uno de los factores que más ha favorecido al inversor en los últimos años.
En lo político, Europa es ahora el centro de todas las miradas. Tras las sendas sorpresas que han deparado el Brexit y la victoria del candidato republicano, el inversor estará pendiente de la más mínima señal que indique la presencia de sentimientos anti-establisment entre los votantes, ya sean los italianos del referéndum constitucional de diciembre, los franceses, que eligen presidente en primavera, o los alemanes, que irán a las urnas en las elecciones generales, muy probablemente tras el verano. Por su parte, la senda que seguirá la liquidez resulta bastante más predecible. En estos momentos prevemos que la Reserva Federal opte por tres subidas de tipos de interés hasta finales de 2017, la primera de ellas en diciembre de 2016. El número de subidas ha aumentado en relación a la previsión anterior, en la que se barajaban solo dos, pues opinamos que a las medidas de expansión fiscal que ha anunciado el futuro presidente responderá la Reserva Federal con una política monetaria más restrictiva.
En la zona euro, todo indica que el programa de expansión cuantitativa del BCE se prorrogará más allá de marzo, si bien creemos que las inyecciones de liquidez se reducirán a unos 60.000 millones de euros al mes para finales de 2017 debido al aumento del crecimiento y la inflación.
Opinamos que en 2017 la Reserva Federal, el BCE y sus homólogos del Reino Unido, China y Japón generarán en conjunto un volumen neto de liquidez por valor de 900.000 millones de dólares (una disminución cercana al 50% respecto a los 1,7 billones de dólares de 2016 y una caída significativa en comparación con el promedio de 1,2 billones de dólares anuales de los últimos siete años1).
La aceleración del crecimiento del PIB nominal jugará afortunadamente a favor de los resultados empresariales mundiales, que podrían incrementarse en 2017 hasta un 13% en comparación con el mediocre 1% de este año. La mejora de estos beneficios, a su vez, podría dar pie a que las empresas aumenten su inversión de capital, de manera que la inversión empresarial superara al gasto en consumo y se convirtiera en el principal factor de crecimiento económico.
La recuperación económica mundial, si bien de momento no brilla por su fuerza, se generaliza cada vez más. Aumentan tanto los indicadores de tendencia como la confianza empresarial mundial de las principales economías y opinamos que es posible que en EE.UU., la zona euro y Japón se produzcan sorpresas positivas, debido a políticas fiscales más expansivas.