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Noción y utilización de los factores de inversión

Septiembre 2019
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Desmitificación del factor investing

La popularidad del factor investing ha ido en aumento. A continuación explicamos qué es y cómo funciona.

¿Quién no ha oído alguna vez la frase “sell in May and go away” (vende en mayo y desaparece)? Este proverbio del mercado se remonta a tiempos inmemoriales. Pero sigue utilizándose porque, en términos generales, suele funcionar. Durante mucho tiempo, en mercados de renta variable líquidos y maduros tales como los de EE.UU. y el Reino Unido, los inversores han mejorado mayoritariamente sus rentabilidades reduciendo su asignación a acciones durante los meses de verano y aumentándola a partir de finales de octubre.1

Este efecto estacional es un ejemplo básico de lo que es un factor de inversión –atributos específicos compartidos por grupos de activos que históricamente han tenido un efecto significativo en la rentabilidad de la inversión. Algunos de ellos, como el “sell in May”, son simples reglas que han perdurado durante muchas décadas. Otros, como la tendencia de los valores de menor capitalización a ofrecer mayores rentabilidades en el largo plazo, son más cíclicos y complejos.

Precios de fábrica

Rentabilidad de los factores en comparación con el MSCI World*.

Gráfico de rentabilidad por factores de inversión
*Basada en carteras ficticias de acciones del MSCI World clasificadas según la característica de cada factor, con el cuartil superior seleccionado y comparado con el índice total. Fuente: MSCI, Refinitiv y Pictet Asset Management. Datos del 31/12/1987 al 07/08/2019.

A lo largo de los últimos 50 años, una gran cantidad de estudios teóricos han tratado de identificar factores que puedan ser utilizados con fiabilidad por los inversores. En la práctica, los factores son anomalías del mercado que contradicen la hipótesis del mercado eficiente, la cual sostiene que toda la información relevante se refleja en los precios de los activos.

Sin embargo, aunque los factores puedan ser un coto reservado a los inversores profesionales, comprender el por qué de su existencia puede ofrecer información útil sobre las ineficiencias del mercado, la psicología de los inversores y la construcción de carteras.

Algunos factores, por ejemplo, deben su existencia a los sesgos conductuales de los inversores –como la aversión a las pérdidas o la atracción autoperpetuada por tendencias efímeras en boga. Mientras tanto, otros  solo se mantienen durante determinadas etapas del ciclo económico. Algunos son neutralizados por el arbitraje prácticamente desde el momento en que son identificados y otros subsisten como consecuencia de las restricciones regulatorias a las que están sujetos determinados inversores –como, por ejemplo, tener que equilibrar sus pasivos con activos de bajo riesgo.

Un universo de factores

La variedad de factores es amplia. Una muestra de ello son los efectos calendario, de los cuales la regla “sell in May…” es solo uno de los diversos factores estacionales. También existe el rally de Papá Noel, en el que la renta variable tiende a subir desde la semana posterior al día Navidad hasta comienzos de Año Nuevo, por no hablar de los efectos fin de trimestre y cambio de mes que se han identificado de diversas maneras.2

Sin embargo, los profesionales de la inversión tienden más bien a centrarse en cinco factores clave (véanse ejemplos en el gráfico anterior).

Tamaño: a principios de los años ochenta, Rolf Banz, vinculado durante muchos años a Pictet Asset Management, analizó y describió la relación existente entre las capitalizaciones bursátiles de las empresas y sus rentabilidades ajustadas al riesgo. Con el tiempo, llegó a la conclusión de que las empresas más pequeñas tendían a obtener un rendimiento superior. Esto puede deberse a los efectos de la liquidez –los inversores exigen más prima de las acciones que, en principio, no pueden vender fácilmente. O bien puede deberse al hecho de que las empresas más pequeñas se investigan menos, lo que crea ineficiencias que los inversores pueden aprovechar.

Valoración: las empresas cuyas acciones cotizan a múltiplos de PER o ratios precio-valor contable más bajos, tienden a obtener rentabilidades superiores a muy largo plazo. Uno de los argumentos que se dan a este respecto es que, durante los períodos más cortos, el ruido del mercado puede enmascarar el valor intrínseco de la empresa, pero que tarde o temprano las acciones volverán al precio correcto. No obstante, este tipo de valoración errónea de los precios puede durar mucho tiempo. En los 10 años transcurridos desde la crisis financiera global, los títulos de crecimiento han superado a sus equivalentes de valor. Podría ser necesaria una recesión para que esta situación se revierta.3

Momentum” (tendencia alcista): la tendencia de las acciones que disfrutan de una buena racha a continuar dicha tendencia en el futuro. En una estrategia de “momentum”, los inversores aumentan su asignación a la renta variable o fija que ha estado subiendo de precio y recortan las posiciones de la que está bajando. Históricamente, el “momentum” ha tendido a ser un enfoque de inversión particularmente eficaz, aunque quedar atrapado en los grandes puntos de inflexión del mercado puede resultar doloroso.

Calidad: las empresas con unos márgenes de beneficio elevados y una cuota de mercado significativa tienden a obtener rentabilidades superiores a largo plazo. La calidad es similar a la valoración y sus desventajas también son similares.  Los mercados de valores pueden infravalorar empresas de buena calidad durante períodos incómodamente largos.

Volatilidad: las carteras compuestas por títulos menos volátiles que la media suelen generar mejores rentabilidades con el transcurso del tiempo que las compuestas por acciones que registran grandes oscilaciones de precios. Por lo general, los inversores esperarían ser compensados por el riesgo –del cual la volatilidad es un indicador representativo. Sin embargo, las evidencias indican lo contrario.

Los beneficios de la diversidad

Algunos factores solo se hacen patentes después de someter los datos a un considerable procesamiento. Los estrategas cuantitativos con frecuencia analizan cientos de millones de puntos de datos de decenas de miles de series de datos que abarcan cotizaciones, estadísticas oficiales y estudios del sector privado con el fin de identificar una fuente de rentabilidades adicionales. Posteriormente, algunos de estos factores solamente funcionarán durante un breve período de tiempo antes de que la totalidad del mercado tome el relevo.

Mediante la identificación de los factores y su adecuado aprovechamiento, los inversores pueden aumentar sus rentabilidades por encima de la media del mercado. Los factores de renta variable también pueden servir como componentes básicos de la cartera. 

Una cartera de renta variable que divide de forma premeditada las inversiones entre, por ejemplo, valor, crecimiento y títulos de baja volatilidad puede ser tan diversificada como otra que invierte por región o por país. El motivo es que las acciones de “valor”, “crecimiento” y “baja volatilidad” obtienen rentabilidades superiores durante fases diferentes del ciclo económico. 

Mediante la identificación de los factores y su adecuado aprovechamiento, los inversores pueden aumentar sus rentabilidades.

No obstante, como ocurre con todos los aspectos de la inversión, los factores no son infalibles. Algunos dependen del horizonte temporal de la inversión y pueden contradecirse entre sí durante un período determinado  –por ejemplo, una empresa con una valoración atractiva puede resultar aún más barata en caso de que el “momentum” prevalezca. Otros se mantienen por lo general durante muchos ciclos, pero no durante los intervalos de tiempo más cortos. Algunos factores funcionan durante un tiempo, pero luego van desapareciendo a medida que se adoptan de forma generalizada.

Comprender por qué algunos factores han persistido históricamente es esencial para los inversores que desean aplicar estas estrategias. También lo es el poder determinar lo populares que se hayan vuelto estas operaciones a la hora de aplicar enfoques factoriales. Mientras tanto, algunos factores solo existen sobre el papel, como resultado de unas exhaustivas prospecciones de los datos y pruebas retrospectivas.

Lo que está claro es que los inversores seguirán mencionando y utilizando factores de uno u otro tipo mientras sigan existiendo los mercados.