Zsolt Kohalmi, responsable global de activos inmobiliarios y consejero delegado adjunto de Pictet Alternative Advisors, hizo referencia al “valor temporal de las emisiones de carbono” como ejemplo de las complejidades a las que se enfrentan las empresas inmobiliarias y los inversores en su intento de adoptar prácticas más sostenibles.
Kohalmi dijo que, durante la vida útil promedio de un edificio, hasta un 45% de las emisiones totales se producen en los dos primeros años –la fase de construcción de un proyecto que conlleva extracción de materias primas, fabricación, transporte, instalación y eliminación de residuos.
Dichas emisiones –también conocidas como carbono incorporado– son mucho mayores que las de carbono operativo, que es la cantidad de carbono emitida anualmente una vez que el edificio está en uso.
Los participantes en The Klosters Forum, entre los que se encontraban arquitectos, planificadores urbanísticos, empresas de nueva creación dedicadas a la construcción sostenible, científicos especializados en materiales e inversores, compartieron sus experiencias personales y ofrecieron sus puntos de vista sobre cómo abordar el problema medioambiental del sector inmobiliario.
Algunos temas llamaron especialmente la atención. El papel de la naturaleza en el sector de la construcción fue uno de ellos.
Los participantes coincidieron en la necesidad de reconectar el entorno edificado con la naturaleza.
Esto requeriría utilizar una serie de técnicas de construcción novedosas, como la incorporación de elementos naturales y regenerativos en los diseños de los edificios, la experimentación con biomateriales innovadores como la madera y las algas, y la realización de actividades estratégicas de reforestación, forestación y otros métodos de captura de carbono.
“Como dice (el botánico italiano) Stefano Mancuso, vivimos en la ceguera ante la naturaleza y las plantas. Debemos incorporar la naturaleza a nuestra cultura; la cultura no es la antítesis de la naturaleza”, afirmó Mikolaj Sekutowicz, participante y socio responsable de desarrollo estratégico y cultura en Therme Group, una sociedad alemana promotora de complejos turísticos.
El restablecimiento de la naturaleza en las ciudades también podría ayudar a reducir el impacto medioambiental de los edificios. Entre los proyectos más destacados se encuentra el Bosco Verticale (bosque vertical), un complejo residencial en Milán.
Con sus 111 y 76 metros de altura, respectivamente, los dos edificios sumados albergan 20.000 árboles, arbustos y plantas perennes que mitigan la contaminación urbana, producen oxígeno, reducen el consumo energético y absorben dióxido de carbono. Es más, los residentes de los edificios han expresado un alto grado de satisfacción con los niveles de confort y las florecientes zonas verdes1. Esto representa un ejemplo excelente de arquitectura biofílica que puede conectar a las personas con la naturaleza.
Ahora bien, la construcción de nuevos edificios, aunque se utilicen técnicas sostenibles, no es la panacea, se dijo a los participantes. En muchos lugares del mundo desarrollado, donde los edificios se construyeron durante las últimas décadas, el reacondicionamiento podría ser un método mejor para reducir las emisiones de carbono.
Es necesario reconectar el entorno edificado con la naturaleza.
Zsolt Kohalmi
Deputy CEO & Global Head of Real Estate
En Europa, por ejemplo, alrededor del 90% de los edificios fueron construidos antes de 1990 y el 40% antes de 1960. Los estudios han demostrado que, si se tiene en cuenta el inconveniente de las emisiones de carbono incorporado mencionado anteriormente, la rehabilitación puede suponer un 70% menos de emisiones que la nueva construcción2.
No obstante, esto no quiere decir que otros lugares del mundo no necesiten edificios nuevos. Existen economías en Asia, África y Latinoamérica que necesitarán más espacios residenciales y comerciales para dar cabida al aumento de su población.
“Un enfoque único no funciona para promover los edificios sostenibles”, dijo Stephen Freedman, responsable de análisis y sostenibilidad de renta variable temática en Pictet Asset Management.
En su lugar, añadió, se necesita un enfoque personalizado para desarrollar barrios resistentes al clima en estrecha colaboración con las comunidades locales. Deben tenerse en cuenta las características específicas de cada lugar con, por ejemplo, tecnologías de construcción que se adapten a las distintas geografías y contemplen la disponibilidad local de materias primas.