La IA marca el futuro de las inversiones

Tal y como describíamos en los párrafos previos, la inteligencia artificial experimentó una explosión de gran magnitud durante el 2023.

ChatGPT salió a la luz en noviembre de 2022 con la promesa de revolucionar el mundo, y a lo largo de los 12 meses que sucedieron a su lanzamiento, su objetivo se convirtió en toda una realidad. De acuerdo a los datos recogidos por distintos proveedores de inteligencia, ChatGPT contaba con 180 millones de usuarios a nivel mundial al cierre del 2023, y su web recibió cerca de 1.600 millones de visitas tan solo durante el mes de diciembre.

La herramienta creada por OpenAI, en definitiva, se convirtió en el máximo exponente de las virtudes y capacidades que la tecnología IA podía aportar a la sociedad, pero lo bueno es que su eclosión abrió el camino para muchas otras plataformas.

Ya sea para buscar las mejores palabras clave para posicionar una página web - como hace Frase.io -, para traducir textos complejos entre idiomas - como hace DeepL -, o para editar fotos más rápidamente - como hace la IA integrada por Adobe en Photoshop -, la inteligencia artificial ha hecho más fácil la vida de muchas personas en tan solo unos meses.

Invertir en una tecnología que ya ha causado este impacto tan solo en los primeros compases de su vida, en consecuencia, supone no solo invertir en una tecnología cuyo alcance todavía no es tangible, sino hacerlo también en el progreso social.

Una vez establecido el amplio abanico de posibilidades que existen para invertir en inteligencia artificial, un punto importante es determinar la mejor manera de sumarse a esta revolución.

La inversión directa en empresas relacionadas con la IA, lógicamente, es una forma de posicionar el patrimonio personal de cada inversor dentro del sector.

Otra forma de invertir en IA cubriendo un espectro mucho mayor de la tecnología pasa por hacerlo a través de fondos de inversión que invierten en inteligencia artificial, asegurando así la diversificación de nuestras inversiones y también que contamos con un asesoramiento independiente de parte de los mejores expertos.

Como explicamos en nuestra página web, la inversión en tecnología basada en sectores o índices de referencia puede obligar a los inversores a sobreponderar o infraponderar determinadas empresas de un índice. En cambio, optando por un enfoque temático, dejamos de lado las limitaciones de los índices de referencia y, en su lugar, creamos un universo de inversión único y sin restricciones basado en megatendencias.

El concepto de la inteligencia artificial y sus aplicaciones es tan amplio que son muchas las empresas que, o bien están desarrollando herramientas de IA para aplicar en distintos sectores, o usan estas herramientas para optimizar sus negocios y maximizar sus resultados.

Por ello, es importante tener bajo el radar tanto a compañías de diferentes industrias que producen software de inteligencia artificial, como aquellas que la aplican en su día a día y han experimentado una mejora en su producto.

Microsoft es uno de los mejores ejemplos de este marco global de inversión en inteligencia artificial. El gigante tecnológico dirigido por Satya Nadella cerró una colaboración con OpenAI por la que la compañía responsable de ChatGPT compartiría sus avances con Microsoft, a la vez que esta invertiría cuantiosamente en el desarrollo y la investigación sobre IA.

Un acercamiento radicalmente diferente al tipo de empresas que trabajan con IA podría darse a través del sector salud. Una compañía de fabricación de dispositivos médicos como Medtronic, por ejemplo, firmó una alianza con Nvidia para añadir inteligencia artificial a sus endoscopios e identificar, por ejemplo, enfermedades de colon más fácilmente.

Nvidia, de hecho, es otro ejemplo muy claro de empresas ligadas a la inteligencia artificial que se interrelacionan con la tecnología de distintas maneras. Más allá de producir tarjetas gráficas de gran potencia que impulsan los ordenadores con los que se desarrolla el software de la inteligencia artificial, Nvidia cuenta con su propia plataforma de desarrollo de IA para empresas.

Dentro de este conjunto de opciones para invertir en empresas de inteligencia artificial, muchos inversores dudan sobre cómo participar en la compañía más popular dentro del sector: ChatGPT.

Invertir directamente en OpenAI, la empresa matriz dueña de ChatGPT, desafortunadamente, no es una opción. OpenAI es una empresa privada que no cotiza en bolsa y, por tanto, no se pueden adquirir sus acciones a través del mercado público.

Como se mencionaba anteriormente, no obstante, Microsoft tiene una colaboración multimillonaria cerrada con OpenAI, e invertir en sus acciones es una de las formas más fáciles de acercarse a la compañía fundada por Sam Altman.

Seleccionar acciones de IA es una tarea compleja para la mayor parte de inversores, ya que es necesario tener ciertos conocimientos, analizar en profundidad cada compañía y no perder de vista la importancia de la diversificación.

Existe otra alternativa para invertir en inteligencia artificial que son los fondos de inversión, donde un equipo gestor especializado selecciona por nosotros las mejores acciones de IA y va realizando cambios en la cartera a medida que cambien las expectativas de cada compañía para obtener el mejor resultado.

Al igual que en bolsa, existen fondos de inversión que invierten directamente en IA y fondos que invierten en compañías que estén poniendo en práctica la inteligencia artificial y se beneficien de mejores perspectivas por ello.

Un ejemplo sobre invertir en fondos de inteligencia artificial sería la robótica. Al crecimiento exponencial que ha vivido en los últimos años la automatización (de procesos industriales, software o gestión de operativa en las empresas) se suma el catalizador que supone la IA como motor de aceleración.

De hecho, el crecimiento de los semiconductores asociados a la IA se prevé que se multiplique por 5 en los próximos 4 años. De ahí que una de las alternativas para invertir en fondos de IA sea hacerlo a través de un fondo de robótica, que se aproveche de la generación de los elementos necesarios para implantar la IA en sectores tradicionales y de las empresas pioneras en adoptar estas soluciones.

Otro ejemplo para sumarse a esta megatendencia, sería invertir en la digitalización. En este caso, desde Pictet AM nos fijamos en la revolución provocada en la economía global por la implementación de herramientas como la transmisión de información basada en la nube, el comercio electrónico, la publicidad digital y el software programático, el Big data o la tecnología financiera, por citar solo unos ejemplos. Todas estas tecnologías se verán aún más beneficiadas por el auge de la IA y expandirán su presencia en la sociedad. Por lo tanto, invertir en IA a través de ellas es una opción más al alcance de los inversores.

Existe una amplia gama de fondos de inversión en el mercado que invierten en temáticas relacionadas con inteligencia artificial, la cual ofrece distintas perspectivas para sacar partido del crecimiento de la industria. Antes de seleccionar un fondo de inversión, los inversores deben tener en cuenta su perfil de riesgo y, sobre esta base, definir con que temáticas se sienten más cómodos.

Los fondos relacionados con inteligencia artificial ofrecen la ventaja de ser transversales en su enfoque sectorial y con un gran potencial de crecimiento a futuro. Asimismo, obligan al inversor a estar informado sobre los últimos avances en materia de tecnología. Si quieres obtener más información acerca de nuestra visión global, puedes hacerlo en este enlace.