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Desde que el Gobierno lo recomendara como una medida de lucha contra la pandemia, son muchas las empresas que se han visto en apuros ya que no tienen experiencia previa en este ámbito. A pesar de que importantes firmas y expertos lo llevan recomendando varios años, en España son muy pocos los negocios que se habían atrevido a generalizarlo entre sus empleados.
Tanto es así que, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), solo habían trabajado a distancia de forma regular el 4,3% de los asalariados españoles en 2018. Una cifra que nos coloca como uno de los países con menos teletrabajadores de toda Europa. Es más, en este continente el porcentaje de trabajadores a distancia se sitúa en el 17%. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística (INE) afirma que solo el 27% de las compañías españolas permite el teletrabajo.
En la actualidad, el teletrabajo se ha extendido para cumplir con las medidas de confinamiento para luchar contra la pandemia de COVID-19. Por ello, muchas empresas se han visto empujadas a comenzar a activar el teletrabajo para sus empleados, dando lugar a un nuevo escenario al que muchos trabajadores y empresas no saben cómo hacer frente. Operaciones tan sencillas como comunicarse u organizar las tareas se pueden volver un auténtico problema.
Se ven especialmente afectadas en España las pymes. Solo el 14% de este tipo de empresas tiene un plan de digitalización y aún no lo tienen implementado al 100%, datos extraídos del Índice de Economía y Sociedad Digital de la Comisión Europea.
Ante esta situación, el Gobierno recuerda que las empresas “deberán facilitar” las medidas para facilitar el teletrabajo, como refleja en el RD 8/2020. Para agilizar procesos, se ha activado un plan de financiación de material a través de ayudas y créditos a pymes gracias al programa Acelera Pyme (Red.es).
La tecnología al servicio del teletrabajo
A día de hoy existen múltiples tecnologías que pueden ser adaptadas al teletrabajo en esta crisis del coronavirus. Dependiendo de la actividad que se necesite realizar, habrá que buscar los programas que mejor se adapten, centrados en comunicación, gestión o flujos de trabajo. Las empresas, además, deberán implementar medidas de seguridad a las conexiones domésticas.
Pero el verdadero reto ya no es el nivel de digitalización de las empresas, sino la propia infraestructura de telecomunicaciones, en especial, la banda ancha. No sólo hay que contar con los dispositivos de aquellos que están teletrabajando, sino con aquellos que disfrutan del ocio en sus hogares durante el confinamiento.
Los principales operadores de Internet, como Teléfonica, Vodafone u Orange han pedido a sus clientes en España que usen sus conexiones con “mesura”, especialmente en lo que se refiere al consumo de videojuegos online o plataformas como así Netflix, Disney + o HBO. Se ha pedido a la población que intente no usar estas plataformas durante el horario laboral para dar prioridad al teletrabajo. De hecho, las propias plataformas como Netflix o Disney+ ya han anunciado que recortarán la calidad de su streaming para ayudar a descongestionar la red.
Los beneficios del trabajo en remoto
Teletrabajar aporta algunas ventajas como el aumento de la flexibilidad y la productividad, promoviendo la conciliación o la reducción del estrés, según un estudio de la consultora Opinno.Este mismo documento apunta que el teletrabajo recorta las bajas por absentismo en un 60%, supone un ahorro del 56% en el coste de los desplazamientos, reduce la contaminación, y mengua la rotación de trabajadores en un 20%.
Un test para el futuro
Esta experiencia puede servir para que las empresas apuesten definitivamente por el teletrabajo y detecten qué aspectos hay que mejorar para que sea más eficiente.
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