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Sostenibilidad medioambiental

Cómo España plantará cara al desperdicio alimentario

Enero 2022

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU incluyen el desperdicio alimentario como uno de los problemas actuales. España prepara una ley para plantarle cara.

El 26% de los españoles desperdicia comida durante las navidades. De este 26%, un tercio afirma que tira a la basura más alimentos en esta época que en otros momentos del año. Esta es la información obtenida en una encuesta por Appinio 1 para la plataforma Too Good To Go, que busca evitar el despilfarro alimentario.

El despilfarro de alimentos lleva suponiendo un problema para el desarrollo sostenible y la salud, especialmente de cara a un futuro en el que las crisis alimentarias comenzarán a producirse con mayor frecuencia.

La ley de la fruta fea

Los países están empezando a tomar medidas, como es el caso de España, que prepara la aprobación de una ley para combatir el despilfarro alimentario. La Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario o Ley de la fruta fea se encuentra en trámite de consulta y se prevé que se apruebe pronto, para entrar en vigor en 2022.

La nueva legislación establecerá actuaciones en toda la cadena alimentaria, desde los procesos agrícolas o ganaderos hasta el consumo en hogares o establecimientos hosteleros, mediante un plan de prevención de desperdicios. Se proponen varias alternativas para que los alimentos no acaben en la basura, como la donación (a ONG’s o bancos de alimentos). Si no, se prevé que sean transformados para ser aptos para consumo (en zumos, confituras…). Por último, si no son aptos para el consumo humano, la alternativa es convertir los alimentos en subproductos para la alimentación animal o fabricación de piensos, compost o combustibles como el biogás.

Otros de los detalles que incluye la ley es minimizar el desecho de alimentos en la cadena alimentaria, por lo que los operadores deberán contar con personal adecuadamente formado e instalaciones adecuadas. Por otra parte, procesos como la manipulación, almacenamiento y transporte, así como el mantenimiento de la cadena de frío, deberán estar optimizados para que el desperdicio sea mínimo.

En su comercialización, los productos que vayan a vencer pronto, tendrán que presentarse de manera diferenciada del resto, con un precio más barato. Asimismo, los establecimientos de más de 400 metros de superficie promocionarán los productos "feos, imperfectos o poco estéticos" que sean aptos para el consumo. También deberán promocionar aquellos productos de temporada, de proximidad, ecológicos y ambientalmente sostenibles y a granel.

En relación a la hostelería, los establecimientos deberán facilitar envases para que los clientes puedan llevarse consigo los alimentos que no hayan consumido.

Concienciación en la sociedad española

Algunos sectores ya están preparándose para reducir el despilfarro alimentario. La Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), ha venido realizando campañas para avanzar en este sentido. Según datos de la asociación, se ha pasado de un 1,78% de desperdicio alimentario en 2013 al 0,68% en 2020, lo que indica que el mensaje de reducir el despilfarro está empezando a calar hondo en la sociedad. Incluso han surgido algunas iniciativas privadas que ponen de manifiesto que esta cuestión empieza a ser una de las inquietudes de los españoles. Por ejemplo, Sr Mendrugo, una cerveza elaborada a través de excedentes de pan, o la serie de televisión de HBO Max ‘Chef sin desperdicio’, donde el biólogo Diego García Vega, fundador de Zero Food Waste UCL, visita a cocineros con Estrella Michelin de distintos países europeos para tratar iniciativas y actividades que evidencian este problema y aportan soluciones.
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