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Euro

¿Cómo será el euro digital, la nueva divisa que pretende implantar el BCE?

Octubre 2020

El auge de las criptomonedas y otras divisas digitales, la lucha contra el fraude y el aumento de transacciones digitales impulsado por el COVID-19 son los motivos detrás del proyecto del euro digital que el Banco Central Europeo (BCE) quiere lanzar.

El pasado 6 de octubre, el Banco Central Europeo (BCE) publicó un informe sobre el euro digital, una divisa virtual que se pretende crear a nivel europeo. Pero ¿cómo funcionaría?

Según apunta el informe del BCE, su formato sería electrónico y accesible para todos los ciudadanos y empresas con el fin de poder realizar pagos de forma “rápida, sencilla y segura”. Además, el euro digital sería una moneda pública que “podría apoyar la digitalización de la economía europea y fomentar la innovación en los pagos a minoristas”, ha adelantado la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.

Por otra parte, el euro digital protegería a los consumidores, pues estaría regulado y respaldado por el propio BCE. En este sentido, sería una plataforma de pagos universal. “Los europeos eligen cada vez más los medios digitales para gastar, ahorrar e invertir. Nuestro papel es garantizar la confianza en el dinero, lo que significa asegurar que el euro sea adecuado para la era digital” asegura Lagarde. Asimismo, la creación de esta moneda responde a la voluntad de lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida imperante en toda Europa. 

La creación del euro digital se ha visto reforzada por la COVID-19, ya que la crisis provocada por la pandemia puede provocar cambios repentinos en las preferencias de los consumidores. Algo que ya ha sucedido en muchos campos, como por ejemplo en el ámbito comercial con el aumento de compras a través de internet o del pago con tarjetas contactless. El euro digital, que se intuye perfectamente adaptado a la era del comercio electrónico y del menor uso del dinero en efectivo, supondría una preparación para afrontar este tipo de cambios y apostar de manera definitiva por lo digital.

El proyecto del euro digital también nace como respuesta a la creación de monedas digitales por parte de otras potencias económicas. El yuan digital es el que está más avanzado, con el objetivo de ser la primera moneda digital y convertirse en divisa de referencia. Los demás bancos emisores, como el Banco Central de Rusia o la FED, también están planteando proyectos similares. De hecho, Moscú aprobó este julio una ley que permite a las empresas rusas emitir divisas digitales con el beneplácito del banco central. 

Aun así, el BCE no ha aventurado más detalles sobre el euro digital más allá de los rasgos señalados previamente. El día 12 de octubre se inició una consulta pública al respecto, para recabar beneficios y riesgos de su lanzamiento. En función del resultado de esta encuesta, se pasará a una fase de investigación. No obstante, algunos estados-miembro ya han iniciado testeos, como es el caso de Francia, Suecia o España, donde los pagos pueden efectuarse a través de la sociedad Iberpay. El Eurosistema decidirá a mediados del próximo año 2021 acerca del euro digital.

No será una criptomoneda

EL BCE insiste en que el euro digital no será una criptomoneda, criptoactivo ni stablecoin. Para ello, se basa en que contará con el respaldo de la Eurozona y seguirá siendo la divisa oficial en los países miembros. “Un euro hoy vale un euro mañana, ya sea en efectivo o euro digital”, subraya el BCE en su informe, que será el único emisor del euro digital, como ya lo es del euro físico. La tecnología que se empleará para esta moneda digital no se ha especificado, aunque es posible que se valga del blockchain, que también usan habitualmente las criptomonedas.

Por todo esto, se espera que la volatilidad del euro digital sea mínima, sobre todo en comparación con las criptomonedas. Por ejemplo, en este artículo, indicábamos que el Bitcoin, una de las criptomonedas más utilizadas, tiene una volatilidad anualizada del 90%. 

¿Desaparecerá el dinero físico?

Lagarde ha declarado que el euro digital “nunca reemplazará al dinero en efectivo”, sino que complementará su utilización.