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Transformación digital

Guía de las ciudades inteligentes en 10 puntos

Noviembre 2018

De la conexión a Internet ampliada a los sensores inteligentes: qué son las ciudades inteligentes.

Se conocen como «smart cities» (literalmente, ciudades inteligentes). No es fácil crear una definición unívoca, dado que el concepto de ciudad inteligente va más allá de la simple idea de «ciudad digital», implicando distintos niveles de desarrollo para una gestión innovadora del desarrollo urbano. Desde la economía hasta las propias relaciones entre las personas, la inteligencia está en la capacidad de resolver los problemas de las comunidades de manera inteligente usando la tecnología. A continuación describimos diez puntos por los que se caracterizan las ciudades inteligentes:

1. Tecnología

Las ciudades inteligentes son ciudades hiperconectadas. Se caracterizan por un uso profundo de las tecnologías innovadoras, desde la nube hasta las redes inalámbricas capaces de medir en tiempo real los parámetros para una gestión eficiente de la ciudad. De esta forma, se puede optimizar, por ejemplo, el riego de los parques o la iluminación de las vías públicas, o incluso supervisar la concentración de la contaminación y las pérdidas que se producen en la red de suministro de agua. Los contenedores de basura pueden enviar alarmas sonoras cuando están casi llenos para optimizar las operaciones de recogida y el uso de drones permite ofrecer una seguridad más eficiente a los ciudadanos. 

2. La red

Las ciudades inteligentes se caracterizan por estar orientadas a una mayor eficiencia económica y a una reducción de los costes. La disponibilidad y la prestación de servicios para los ciudadanos y las empresas tiene lugar aplicando las tecnologías informáticas conectadas entre sí en red

3. Participación

En este contexto de red, el capital humano —es decir, los ciudadanos— participa en la planificación urbanística y territorial mediante consultas online y formas de inclusión mediante el uso de la tecnología. Por tanto, la ciudad inteligente también implica un nuevo tipo de gobernanza con la participación del ciudadano en la política pública

4. Datos

El funcionamiento de una ciudad inteligente se basa en un uso inteligente del Big Data, entendiéndose por un conjunto de datos de los distintos actores en juego, desde empresas hasta ciudadanos, pasando por la Administración pública, que se analizan y elaboran entre otras cosas para realizar previsiones capaces de mejorar la eficiencia de algunos servicios de utilidad pública. Cómo regular los archivos en las ventanillas públicas. 

5. Blockchain

La fuerte presencia de datos y riesgos derivados de la seguridad de esta gran cantidad de información disponible hacen que cada vez se prefiera más el uso de la red en bloques en la gestión del funcionamiento de las ciudades inteligentes

6. El Internet de las Cosas

El Internet de las Cosas permite a objetos, edificios y personas interactuar entre sí intercambiándose información y datos. De esta forma, por ejemplo, es posible gestionar a distancia los edificios, que estarán dotados de sistemas inteligentes para prevenir incendios o fugas de gas. 

7. Eficiencia económica

Una ciudad se considera «inteligente» si aprovecha las ventajas derivadas del uso de las tecnologías TIC para aumentar la eficiencia energética y la competitividad y reducir los costes. Un ejemplo por encima de todos son los sensores conectados al alumbrado público, que aumentan o reducen la luz en función de las horas del día y del tráfico subyacente. 

8. Ambiente inteligente

Otra de las características de las ciudades inteligentes es la reducción del impacto ambiental. El ambiente también pasa a ser inteligente mediante el uso de sensores que supervisan el uso de los recursos disponibles y la contaminación que puedan producir los ciudadanos. Se aprovechan las fuentes de energía renovables, con el objetivo de llegar a la autosuficiencia energética total. Dentro de las ciudades inteligentes, también están previstos nuevos modelos de producción de alimentos, con jardines verticales, invernaderos en los tejados de los edificios, proyectos de cultivos colaborativos y granjas urbanas automatizadas. 

9. Movilidad

Mediante formas de trabajo ágiles e inteligentes, se da preferencia a la formación de centros locales que reduzcan la necesidad de realizar largos desplazamientos diarios para acudir al trabajo. El uso de los coches deberá reducirse cada vez más, siendo preferibles los desplazamientos a pie, en bicicleta o mediante sistemas de transporte público integrados. Y, para los largos recorridos, están los vehículos de conducción autónoma, que pueden interactuar con otros vehículos para la gestión del tráfico. Evidentemente, están dotados de motores eléctricos. Las entregas podrán realizarse mediante drones inteligentes.

10. EU Smart City

La Unión Europea prevé para la realización de las ciudades inteligentes un gasto total de 12.000 millones de euros hasta 2020, en el marco del proyecto «EU Smart City», con el fin de estimular las ciudades y las regiones a comprometerse con la mejora del ambiente en las ciudades.